En un artículo publicado el 17 de abril, 2017 en el diario palestino Al-Hadath, Nihad Abu Ghosh, miembro del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) y director del departamento de asuntos de la diáspora de la OLP, describió la grave situación de los cristianos que viven en los territorios de la Autoridad Palestina (AP) y la drástica reducción de su número a lo largo de los años. Este escribió que dicha situación es resultado no sólo de la ocupación, sino también de una cultura igual a la del EIIS que se ha infiltrado en la sociedad palestina. Como ejemplo, señaló que los predicadores de Al-Aqsa llaman a imponer un impuesto a los cristianos y a prohibirles a los musulmanes saludarlos en sus festividades. Este advirtió que tal trato hacia los cristianos, que los impulsa a emigrar, pudiese empañar la imagen pluralista de la sociedad palestina y llamó a colocar este tema en la agenda pública y actuar para encontrar formas de proteger a los cristianos.

Nihad Abu Ghosh (imagen: Al-Hadath, Ramala, 17 de abril, 2017)

Lo siguiente son extractos de su artículo:[1]

«De vez en cuando se escuchan advertencias sobre los peligros que enfrenta la presencia cristiana en la región del Medio Oriente. Estas advertencias son justificadas considerando lo sucedido a los cristianos en Irak y Siria y la reciente serie de bombardeos a iglesias egipcias[2]. Antes y durante estos incidentes, existía un discurso divisionista, de acusar al otro de herejía y de seguir tratando a los cristianos como ahl al-dhimma[3] y como ciudadanos de segunda categoría. Todos los países árabes, sin excepción alguna, no han establecido un estado cívico con plena igualdad de derechos y deberes entre todos los ciudadanos, independientemente de su religión, origen, etnia o tipo de sexo.

Cabe señalar que en Turquía, nuestro vecino más cercano, el número de cristianos cayó del 30% a menos del 1% en la segunda década del siglo 20. Esto se debió a la masacre de los armenios, los sirios y los asirios, las campañas de limpieza étnica y de transferencia de poblaciones que también incluyeron a los griegos…

«¿Y qué decir de Palestina, la cuna de Jesús? ¿Es un peligro que se cierne sobre la presencia cristiana en nuestro país [también]? Al responder a esta pregunta, suele haber una tendencia a caer en la trampa de las palabras finas y emotivas sobre la unidad nacional y mencionar a algunos pioneros del movimiento nacional [palestino], [así como también a] intelectuales, artistas y políticos, que son cristianos, o culpan a la ocupación de la constante disminución por el número de cristianos entre los palestinos que permanecen en su patria. Pero esto no es suficiente para explicar o justificar el hecho de que la población cristiana de Palestina disminuyó del 20% antes del nakba a menos del 2% en las tierras conquistadas en 1967 y su proporción en todo el territorio conquistado desde 1948 es [actualmente] el 10% de los palestinos árabes y alrededor del 2% de toda la población del Estado de Israel.

«Indudablemente, la ocupación es causa principal de la trágica situación de todos los palestinos, cristianos y musulmanes por igual, situación dificultosa que lleva a sectores enteros a considerar emigrar. También es posible que factores culturales y demográficos hagan de la opción de emigrar y de integración en las sociedades que los acogen más fácil para los cristianos que para los musulmanes, tal como lo demuestra el hecho de que las comunidades palestinas en Suramérica y particularmente en Chile, son abrumadoramente cristianas.

Las advertencias y peligros entonces son serios y genuinos. [Pero] no están relacionados únicamente al EIIS y sus crímenes, sino a una cultura semejante a la del EIIS y a la existencia de un ambiente que excluye a los cristianos palestinos siendo esta hostil a ellos. Hasta el día de hoy escuchamos hablar sobre un predicador en la Mezquita Al-Aqsa, que da lecciones y aboga por imponer un impuesto (jizya) sobre los cristianos, ignorando mientras a los ocupantes y colonos. También escuchamos de alguien que emite una fatua que prohíbe felicitar a los cristianos en sus festividades, o que clama que demasiados puestos les son reservados en los municipios y en el Consejo Legislativo.

«Esta herida sangrante, representada por la difícil situación de los cristianos, no sólo plantea un peligro al tema de los derechos y deberes, sino también a la cultura tolerante que aspiramos crear; esta también puede dañar la identidad nacional palestina. Esta identidad desde su comienzo es pluralista y abarca todos los componentes de la sociedad palestina, todos sus matices y todas sus comunidades y es exactamente todo lo contrario a la identidad racista y excluyentemente monolítica encarnada por el programa sionista. Nuestra identidad palestina se asemeja a la brillantemente bordada prenda de vestir nacional palestina o a nuestra bandera de cuatro colores, en lugar de la bandera del EIIS o al chador [una capa negra que cubre el cuerpo de una mujer desde los pies a la cabeza] usada por los talibanes.

«Cuando el fallecido presidente de la Autoridad Palestina Yassir Arafat se enfureció por el plan israelí-estadounidense de anexar parte del barrio armenio en la antigua ciudad de Jerusalén al barrio judío, dijo: ‘Yo soy Yasir Arafatian’ [haciendo que su nombre sonara armenio], ya que siempre le atribuyó importancia a la imagen pluralista de la identidad palestina y fue escrupuloso en concederle representación a la institución oficial palestina a todos los componentes de la sociedad palestina, incluyendo la comunidad samaritana y los judíos anti-sionistas, junto a los musulmanes y cristianos. Este tema requiere de una discusión franca y abierta en los más altos escalafones, a fin de caracterizar el problema y encontrar soluciones para detener la herida sangrante de los cristianos y proteger la histórica presencia cristiana en Palestina…»

[1] Al-Hadath (Ramala), 17 de abril, 2017.

[2] En los últimos meses hubo varios ataques terroristas contra iglesias en Egipto. El 11 de diciembre, 2016 una poderosa explosión sacudió la capilla cercana a la Catedral copta en el barrio Al-Abbasiya del Cairo, matando a 25 personas e hiriendo a 49. Véase Al-Ahram (Egipto), 12 de diciembre, 2016. El 8 de abril, 2017 dos iglesias, en Tanta y Alejandría, fueron bombardeadas por el EIIS. Véase Al-Hayat (Londres), 10 de abril, 2017.

[3] Una comunidad no-musulmana subyugada bajo el mandato y la protección de los musulmanes.

 

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