Ante el escenario expuesto por el atentado perpetrado por el EIIS el 26 de mayo, 2017 en la gobernación de Minya en Egipto, en el que murieron unos 30 individuos coptos, Jihad Al-Mansi, editor de asuntos parlamentarios y columnista del diario jordano Al-Ghad, denunció la impotencia de la sociedad árabe frente al extremismo que se esparce en su interior. Argumentando que no es suficiente condenar el terrorismo en lugar de tomar medidas tangibles para erradicarlo, este instó a los árabes a que dejen de estar callados frente a los que difunden la cultura del terrorismo y el odio hacia el otro y actúen contra todos los elementos que expresen simpatía por el EIIS.

Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]

 

Jihad Al-Mansi (imagen: almayadeen.net)

No es suficiente seguir condenando el asesinato sistemático perpetrado por las sombrías organizaciones extremistas en Egipto, tales como el asesinato de coptos pacíficos y sus hijos un día antes del comienzo del mes de Ramadán. No es suficiente guardar silencio sobre lo que dichas organizaciones terroristas salafistas están haciendo en Siria e Irak, en Manchester, Gran Bretaña y en otros lugares. No es suficiente decir que no representan al Islam si no se toma ni siquiera un solo paso verdadero para confrontar las dimensiones del abandono que se incrementa y se extiende ante nuestros ojos todos los días y si no detenemos el secuestro del Islam por parte de representantes de ese mismo grupo [extremista], mientras les permitimos desear [que Alá traiga sobre ellos] la perdición y el desastre sobre los chiitas, cristianos y demás.

Es hora de dejar de torcer la vista a los hechos de estos mismos asesinos que aspiran a instigar la lucha étnica en Egipto, al igual que la guerra sectaria que instigaron en Irak y en Siria. También es hora de dejar de torcer la vista hacia las escuelas de pensamiento extremistas cuya existencia todo el mundo conoce, así como también el hecho de que estas forman las percepciones de los asesinos. Basta de enfocarse sólo en el crimen y no en sus causas y sobre los que incitan a ello! De la misma manera, no basta publicar declaraciones de condena sin tomar medidas activas para poner fin a la propagación de estos asesinos, desarraigar su incitación y destruirla y llegar muy dentro contra quienes financian y reclutan a estos ignorantes y las difunden por todo el mundo para cometer asesinatos y sembrar la división dentro de sus corazones’.

No debemos seguir enterrando nuestras cabezas en la arena y creer en las palabras pronunciadas por ciertos países, cuando todos sabemos, secreta o abiertamente, que apoyan ideas extremistas y saben con certeza que estos patrocinan a las escuelas de pensamiento que sacaron a estos asesinos fuera de sus agujeros y les plantaron en sus cabezas [la idea] de que el cristiano, copto, chiita, el ‘alauita y cualquiera que no esté de acuerdo con sus opiniones e ideas, incluso si es musulmán sunita, debería quitársele la vida

Todos saben que todavía existen entre nosotros escuelas fundamentalistas salafistas, sobre las cuales se han gastado generosamente millones de dólares, que acusan a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos de herejía y sin embargo seguimos insistiendo en hacer declaraciones de condena, mientras nos abstenemos de llamar a una espada por su nombre, espada. Digámosle a estos individuos: Ustedes apoyan el terrorismo y el extremismo, cultivan asesinos y hacen de su vida más fácil por medio de esas mismas escuelas de pensamiento fundamentalistas de las que extraen su visión del mundo y sus ideas y que no tienen cabida en un mundo moderno que lucha por la paz y la estabilidad.

En esta gran patria que se extiende entre el océano y el golfo, hemos tenido suficientes distorsiones de los hechos, suficientes como para guardar silencio. Declarémosle a estos asesinos y a aquellos que están detrás de ellos: Pongan fin a su incitación sectaria y social, detengan el derramamiento de sangre [causado] por su apoyo al extremismo, dejen de pensar de que es permisible para un hombre asesinar a otro hombre, dejen de tomar a mujeres prisioneras y robarles sus derechos, dejen de asesinar a chicos y dejen de destruir a nuestros países árabes.

No queremos conformarnos con la afirmación de que están distorsionando la religión [del Islam] y nada más, [aunque] lo están haciendo de verdad. Deseamos posturas claras, una brújula [moral] precisa y la presentación de la verdadera imagen del Islam – la religión que todos conocemos y no la religión de aquellos que quisieran hacernos retroceder cientos de años. Estos son individuos que perciben a una mujer [como un objeto] para su placer y nada más que eso y un cristiano como blanco para su deseo de cometer asesinato. Hemos tenido suficiente silencio. Busquemos los libros estudiados por todos los círculos a fin de encontrar a aquellos que desean sembrar [dentro de nosotros] las semillas de la división. Revisemos nuestros canales de televisión y examinémoslos uno a uno para saber cuáles entre estos siembran las semillas del odio y el extremismo. Recordemos de que hace ya tiempo un predicador dijo que ‘el 99% de sus hermanos (y no nuestros hermanos) en el EIIS son fieles creyentes musulmanes’ [el predicador al que este se refiere es ‘Adnan Al-‘Ar’our, sirio que vive en Arabia Saudita, quien dijo esto en una entrevista con un canal de televisión de la oposición siria en enero, 2014]. A individuos como éstas todavía se les permite presentarse en los medios de comunicación árabes, a través de varios canales de televisión [que les proveen una] plataforma desde la cual se dirigen a los jóvenes árabes y difunden sus ideas, visión y perspectivas del mundo. Y luego decimos que queremos combatir el terrorismo y al EIIS.

Es imposible luchar contra el terrorismo y el extremismo mientras haya un solo individuo a quien se le permita diseminar sus venenos y sus ideas extremistas en la región árabe y se le conceda el derecho de influir sobre nuestros hijos e hijas y reclutarlos bajo el disfraz de la religión y de defender la religión [del Islam].

[1] Al-Ghad (Jordania), 29 de mayo, 2017.