En un artículo publicado el 15 de septiembre, 2017 en el diario de Londres Al-Hayat, Raghida Dergham, columnista y antigua corresponsal diplomática del diario, escribió que Estados Unidos actúa como un «socio silencioso» de Rusia mientras este último talla el Medio Oriente de acuerdo a sus propios intereses y que los Estados Unidos está llevando a cabo una política de apaciguar a Irán en lugar de oponerse a este. Además, la administración Trump realiza tales acciones sin el conocimiento o consentimiento de sus aliados en el Medio Oriente, dijo. Ella destacó que, contrario a sus promesas, esta administración está permitiendo la expansión de Irán en el Medio Oriente y no abandonará el acuerdo en materia nuclear con Irán. Según ella, la administración Trump está de hecho siguiendo los pasos de la administración Obama en términos de su política en el Medio Oriente.

En lo que respecta a Siria, Dergham escribió que Rusia está rediseñando el mapa de este país dividiéndolo en zonas controladas por varias fuerzas, principalmente Irán, Turquía y la propia Rusia, que pretende mantener la «soberanía» sobre Siria como un todo. Esta estrategia defiende y declara al gobierno sirio, convirtiendo a Siria en un estado «casi desmilitarizado y desprovisto de soberanía» y en última instancia producirá el fin del régimen Ba’th de Assad y del propio Assad.

Dentro de su evaluación dijo que Irak también será dividido con el consentimiento de Rusia y Estados Unidos, lo cual le está permitiendo a Irán que asuma el control de este país como parte de su propuesta para implementar su «proyecto de la Media Luna Roja Persa/chiita». En lo que respecta a Yemen, ella escribió que los Estados Unidos y Rusia se abstienen de presionar a Irán allí, sabiendo muy bien de que «no le abrirá fácilmente una puerta de entrada a la frontera saudita a través del territorio de los rebeldes Houthi». Cualquier afirmación sobre la intención de los Estados Unidos por contener la influencia iraní en Siria, Irak y Yemen no son sino «pura platica para apaciguar los oídos de los árabes», subrayó.

Dergham lamentó la desunión de los árabes y su «ausencia» en la diplomacia del Medio Oriente y predijo que el mapa Sykes-Picot de la región será reemplazado «por uno nuevo – el Mapa Sergei Lavrov».

Lo siguiente es la versión en inglés del artículo de Raghida Dergham, publicado el 16 de septiembre, 2017 en el diario saudita Arab News.[1]

Raghida Dergham (imagen: twitter.com/raghidadergham)

El estado Ba’athista no existe más y su mapa ha sido rediseñado por Sergei Lavrov de Rusia, con ayuda de Irán y Turquía y el acuerdo tácito de los Estados Unidos

Ha llegado el momento de dividir a Siria en esferas de influencia e intereses. El canciller de Rusia Serguei Lavrov, ha surgido como un individuo astuto y táctico quien ahora tiene las llaves del nuevo mapa de Siria, pero Lavrov, sin embargo no es del estilo de demarcación del Sykes-Picot sino que define la soberanía de Rusia sobre Siria con la bendición y asociación de los Estados Unidos, con garantías prácticas para Israel encabezadas por los Altos del Golán, con una influencia garantizada para Irán y Turquía y con garantías a las facciones kurdas sobre un autogobierno.

Esta Siria estará casi-desmilitarizada y no será soberana. Sea esto una partición o el compartir influencias, la Siria que conocimos ha desaparecido. Toda conversación de una victoria de Assad es invalidada por el hecho de que este se permitió a si mismo ser utilizado en la guerra contra el terrorismo, que el régimen sirio convocó y todas las potencias extranjeras sin excepción se aprovecharon de ello. El posterior debilitamiento del poder del partido gobernante Ba’ath socavará y eliminará progresivamente al régimen y al propio presidente, porque el poder del régimen del Ba’ath proviene de su monopolio sobre Siria, que ahora es historia.

«Todo esto está de buenas con el socio silencioso, que consiente plenamente en convertir a Siria bajo la tutela rusa, distribuyendo territorios y corredores a su antojo, porque los Estados Unidos desean una Siria a la que se le eliminen los dientes. En otras palabras, podemos decirle adiós también al estado central de Siria, porque la continuación de ese arreglo haría inestable la Siria del mañana, contrario a los deseos de los socios rusos, estadounidenses, europeos, turcos, iraníes e israelíes. Para estar seguros, el mapa de Lavrov ha redefinido la estabilidad sobre la base de compartir partes de Siria. Y todas las filtraciones sobre una estrategia estadounidense para contener la influencia iraní en Siria, Irak y Yemen son pura plática para apaciguar así los oídos de los árabes.

«Los diplomáticos estadounidenses, tanto civiles como militares, constantemente consultan con los rusos tras bastidores sobre todos los temas regionales. Esto no es nada extraño en sí mismo, salvo que muchas de estas consultas han sido un secreto muy bien guardado incluso por parte de los aliados de ambos bandos en el Medio Oriente. En realidad, nada ha cambiado radicalmente bajo la batuta de Donald Trump en términos de acuerdos entre Estados Unidos y Rusia sobre los conflictos árabes. Este ha seguido los pasos de su predecesor Barack Obama, aunque ha escalado situaciones verbalmente y ha hecho vacías promesas de las cuales rápidamente se retractó por razones «pragmáticas».

«Aquellos que creen que el Congreso estadounidense se opondrá y obstruirá el apaciguamiento de-facto de Trump hacia Irán son culpables de delirar»

«Aquellos que creen que el Congreso estadounidense objetará y obstruirá la complacencia de-facto de Trump hacia Irán son culpables de andar delirando. La prioridad del Congreso es Israel, e Israel está bien con el estatus quo. De hecho, los tratos y acuerdos han garantizado el control de Tel Aviv sobre las Alturas del Golán en Siria, ambos como zona de seguridad y como territorios anexados de facto, en lugar de territorios ocupados. Algunos pueden argumentar que las resoluciones de la ONU y las Fuerzas de Observación y Separación pertenecientes a la ONU impiden la anexión del Golán, Sin embargo, el mapa de Lavrov le da a Israel un frente neutral con garantías rusas, estadounidenses e internacionales y también ha asegurado que no se hará una demanda seria por parte de Siria para restaurar los Altos del Golán, porque la antigua Siria ha desaparecido y la nueva Siria ahora se compone de esferas de influencia rusa, estadounidense, turca e iraní sin un liderazgo central significativo. En otras palabras, Siria ahora será eliminado de la ecuación estratégica luego que Egipto fuera removido a través de los acuerdos de Camp David e Irak a través de la invasión realizada por la administración Bush».

«Turquía posee una presencia militar garantizada indefinidamente al norte de Siria, con la bendición ruso-estadounidense»

«Turquía ha encontrado una cuerda salvadora en su relación con Rusia. Por este motivo, abandonó Alepo mucho antes, plenamente consciente de que la ciudad fue el eje crucial del futuro de la oposición de Siria. El Presidente ruso Vladimir Putin ha domado a su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan y ha logrado convencerlo de que abandone parcialmente su patrocinio del proyecto de la Hermandad Musulmana, al menos por ahora. Erdogan ha descubierto que la relación con Rusia es su mejor arma con Europa, que ha evitado a Turquía y está casi arrepentida de tenerlo como miembro de la OTAN. Los dos hombres comparten un odio por la alianza ahora, aunque uno lo ve como un archí-enemigo, mientras que el otro lo ve como un mal necesario. La canciller alemana Angela Merkel protestó esta semana por un acuerdo de armas turco-ruso subrayando que la contradicción entre la membrecía de la OTAN y la compra de sistemas de misiles rusos no fue hipotética. Merkel no se oponía al patrocinio ruso por el trato turco-iraní en Siria, que incluía el control militar turco al norte de Siria y un corredor iraní de Teherán a Beirut a través de Siria e Irak. Es cierto que Alemania, a su manera, es patrocinador de los proyectos iraníes en nombre de salvaguardar el acuerdo en materia nuclear sin importar las violaciones de Teherán sobre otros temas.

«Turquía posee una presencia militar indefinida garantizada al norte de Siria, con la bendición de Estados Unidos y Rusia, pero no está claro qué hará Turquía con los militantes de Daesh que inundan sus puertas y qué hará Turquía con el proyecto de la Hermandad Musulmana. Los rusos están forjando una relación especial con Egipto y ambos temas merecen ser escrutados en algún momento. En la actualidad, Moscú quiere que Egipto desempeñe un papel en Siria, pero sigue hablando el idioma del campo de batalla, donde la prioridad sigue siendo para Turquía e Irán. El acuerdo patrocinado por Rusia entre Turquía e Irán también le permitiría a Irán controlar la zona sur de la capital siria para garantizar dos elementos principales: Prevenir la independencia de cualquier gobierno sirio en Damasco y el corredor crucial para Irán en la que Rusia puede cumplir su promesa de eliminar las milicias de Siria, pero sólo después de la derrota de Daesh y el subyugar a los rebeldes sirios de cualquier tipo de origen».

«Todas las amenazas por parte de Estados Unidos a Irán son mero folklore ahora»

«A Washington no le importa: todas las amenazas de Estados Unidos contra Irán son mero folklore ahora, parte de una retórica de contener y controlar el expansionismo de Irán en el mundo árabe». Esta es la última preocupación que poseen los estadounidenses, sin embargo, toda esta retórica es calculada, pero ciertamente el gobierno de Trump no abandonará el acuerdo en materia nuclear con Irán, no importa lo mucho que intensifique la enviada estadounidense a la ONU Nikki Haley sus ataques contra Irán y la coalición internacional liderada por Estados Unidos no impedirá que Irán se apodere de territorios liberados de Daesh en Siria e Irak. No habrá ningún paso por parte de Estados Unidos para contener la influencia de Irán en los dos países luego que concluyan las operaciones contra Daesh, cuando de todas maneras será demasiado tarde. La administración Trump no ha cumplido sus promesas…

«La ausencia deliberada de Estados Unidos ha dejado la plaza abierta a los rusos para de esta manera trazar el nuevo mapa de Siria y más lejos. Washington ha convertido la página en una rivalidad estratégica, económica y militar con Moscú y ha decidido que el tiempo ha madurado lo suficiente como para tramitar acuerdos y compartir influencias con los rusos a través de la región. En Irak, donde la partición se ha vuelto inevitable, ambas potencias se oponen al apresurado referéndum kurdo para la independencia y secesión. Prácticamente, ambos se dan cuenta de que este escenario no favorecerá a los kurdos, sino que de hecho beneficiará a Irán, que ha barrido por sobre la soberanía y el suelo de Irak para de esta manera implementar su proyecto de la Media Luna Roja Persa/chiita. Ambas potencias entienden lo que le quedaría a los sunitas de Irak, una vez que los gobernantes en Irak entiendan que es una pérdida amarga y un estado carente de poder y de recursos.

«Ambos han leído bien las debilidades árabes y las prioridades del Golfo, han prometido una nueva política en Yemen. Allí, tanto Estados Unidos como Rusia quieren que Arabia Saudita se aleje del conflicto, pero mientras reconocen el camino a la solución, estos todavía no lo han tomado. De hecho el principal nudo en la crisis de Yemen es Irán y los Estados Unidos y Rusia no están aplicando presión allí, sabiendo muy bien que Irán no se rendirá tan fácilmente como para otorgarle una puerta de entrada a la frontera saudita a través de los rebeldes Houthi. También, existen muchas promesas sin medidas verdaderas».

La ausencia árabe de la arena es dolorosa

«En el Líbano, donde Moscú y Washington están de acuerdo sobre la prioridad de la contención, ambos están seguros de que la situación está bajo control, pero no están haciendo lo suficiente como para sostener la estabilidad del país. Las peticiones hechas por el Primer Ministro libanés Saad Hariri durante su visita a Rusia la semana pasada incluyeron apoyo al ejército, otro tema sobre el que convergen Estados Unidos y Rusia. Pero, respecto a la otra demanda sobre la demarcación de las fronteras libanesas con Siria e Israel, esta última gobernada por el acuerdo de armisticio de 1949 hasta el presente, existe una inexplicable renuencia de los estadounidenses y rusos.

«La gira de Sergei Lavrov por las capitales árabes y las consultas iraníes y turcas en las capitales de los tres garantes en Siria (Rusia, Turquía e Irán) confirman que ha llegado el momento de compartir influencias en Siria. La ausencia árabe a esto es dolorosa y es testimonio de lo dispersos que se encuentran los estados árabes. Cierto, Lavrov llegó a las capitales árabes antes de declarar su mapa y nos ha informado de que las principales capitales árabes han aceptado las nuevas ecuaciones. Sin embargo, Irak y Siria están a punto de reemplazar un antiguo mapa, el Sykes-Picot, por uno nuevo, el Mapa de Sergei Lavrov».

[1] Arabnews.com, 16 de septiembre, 2017. El texto ha sido editado ligeramente con base en la versión árabe del artículo. Para ver otro artículo de Dergham sobre el tema de la política de los Estados Unidos en el Medio Oriente, véase MEMRI Despacho Especial No. 7035, Antigua columnista Raghida Dergham en diario saudita: ‘¿Endosa Trump la Política de Obama en Irak y en Siria?’, 2 de agosto, 2017.